DOC. 1837 BONAPLATA, RULL, VILAGRUT Y CÍA. LA PRIMERA FÁBRICA A VAPOR DE ESPAÑA


En 1832 y 1833 se pone en marcha Bonaplata, Rull, Vilaregut y Cía. que pasará a la historia por ser la primera fábrica a vapor de España. Además de una fundición, principalmente fabricará hilados de estambre y algodón por los sistemas de Keint y de Damforth  con las máquinas traídas del extranjero movidas a vapor.


Bonaplata, Rull, Vilaregut y Cía. fue además de una fábrica de tejidos, una fundición de hierro que fabricaba sus propias máquinas y otros ornamentos de hierros como rejas, y balcones (ver imagen) . (Factura colección particular Santi de Santos)

LA PRIMERA FÁBRICA A VAPOR DE ESPAÑA

[Los Bonaplatatres generaciones de industriales en la España del siglo XIX ] Jordi Nadal (Artículo integro en DIALNET https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=97327)

"En la primavera y comienzos del verano de 1830, hasta el 3 de julio, fecha de su reembarque para el continente, los barceloneses José Bonaplata —«fabricante privilegiado, por cinco años», como «introductor en España de las máquinas de hilar los estambres, y de los telares mecánicos»— y Juan Rull —«fabricante real», en mérito a haber adoptado «la máquina de pintar indianas»— viajaron por Inglaterra, con el triple objeto de conocer directamente la industria textil del Lancashire, de adquirir maquinaria (por valor de más de 400.000 reales) y de colocar «en una de las principales fábricas de Manchester, para adiestrarse», a otro joven compatriota apellidado Camps. Al término de la visita, de paso para Francia, «los dos industriosos catalanes» expusieron al embajador español en Londres, don Francisco de Cea Bermúdez, su propósito de montar en Cataluña «una fábrica de hilados y tejidos mecánicos según el nuevo método inventado y perfeccionado en Inglaterra, de que se han enterado a fondo, logrando introducirse en todos los talleres y recogiendo las noticias y los datos más interesantes»." ... De regreso a Barcelona, José necesitó unos meses para poner sus planes a punto y presentarlos al Gobierno. Formalizada el 13 de junio de 1831, la propuesta ofrecía «el montaje de unos talleres con máquinas de hilados o filaturas de estambre y algodón por los sistemas de Keint y de Damforth, traídas del extranjero y movidas por un vapor, y una fábrica de fundición», a cambio de una ayuda económica.
Poco después, el 30 de septiembre, mientras el expediente seguía su curso en Madrid, el industrial formó la «Sociedad Bonaplata, Vilaregut, Rull y Cía.», dotada con un capital de 150.000 libras catalanas (1.600.000 reales de vellón) y con una duración prevista de cinco años. Finalmente, el 22 de diciembre, el Ministerio de Hacienda hizo pública la contrata con el empresario catalán, que se articulaba en dieciocho cláusulas: las nueve primeras para fijar con toda precisión el número, o la capacidad, de los elementos productivos tocantes al ramo textil, así como la cantidad anual de hiladoras y de telares (amén de los precios de venta correspondientes) a construir en la fundición y el taller de maquinaria; la décima, para consignar la renuncia de Bonaplata al privilegio de introducción de maquinaria textil extranjera, que le había reconocido una Real Orden de 26 noviembre de 1829; la undécima, facultándole, en cambio, para traer de fuera, libres de todo derecho y por espacio de cinco años, el «hierro colado, cobre y carbón de piedra que juzgue necesarios para su taller y fundición»; la duodécima, para puntualizar, no obstante, la obligación «de ensayar los hierros colados de las fábricas del Reino, especialmente los de la Concepción de Marbella», y «también el carbón de piedra nacional, a fin de preferir aquéllos y éste a los extranjeros en igualdad de circunstancias, y a dar cuenta al Gobierno de las observaciones que puedan conducir al fomento de estos ramos tan interesantes»; la decimotercera, para atender a la conveniencia de permitir en la fábrica el estambre inglés, debido a la inferioridad del español, aunque «sin perjuicio de ensayar también la lana larga de Aragón y tierras de Talavera»; las tres siguientes para tratar de la indemnización de 65.000 duros (1.300.000 reales) concedida al empresario y modo de cobrarla; la decimoséptima, regulando la protección de la empresa por parte del intendente, y la última, precisando el momento de recaudarse el dinero con que satisfacer el monto de la indemnización económica prometida. Por razones no explicitadas, que sin embargo serían fáciles de encontrar, la fábrica «a la inglesa», esto es, accionada por la energía del vapor, de «Bonaplata, Rull, Vilaregut y Cía.», no fue levantada «en las montañas de Asturias y Galicia», como se había pensado, sino en plena calle de Tallers de la ciudad de Barcelona.  El  año 1832 parece haber visto el estreno de la fundición; 1833, el del establecimiento de hilados y tejidos de varias materias . En el curso del primer semestre de 1835 la empresa llegó a contar con una plantilla de seiscientas a setecientas personas y se estimó que «la utilidad que ha producido en la provincia es imponderable, pues separando el proporcionar la subsistencia a muchas familias, ha servido como de modelo para propagar los conocimientos y mejoras en una infinidad de ramas».
 Muy poco después, en la noche aciaga del 4 al 5 de agosto del mismo año, la fábrica y el taller fueron víctimas de un asalto seguido de incendio que los redujo a cenizas. La aventura industrial de Bonaplata y sus amigos había durado menos de cuatro años. A pesar de ello, la fábrica Bonaplata ha quedado como una piedra miliar en la historia de la industrialización española". 

Valentín Esparó y Giralt fue uno de los administradores cuando sucedió los acontecimientos de 1835. En 1839  adquirió lo que quedaba de la fábrica y estableció una fundición. 

En 1855, como resultado de la fusión entre los talleres de Valentín Esparó Giralt (Valentín Esparó y Consocios), y la Sociedad La Barcelonesa (Tous, Ascacíbar y Compañía), fundada en 1838 por Nicolás Tous Mirapeix y Celedonio Ascacíbar se fundó La Maquinista Terrestre y Marítima que fue una de las empresas fundamentales en el desarrollo industrial español.




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